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Queridos todos, llega la primera luna llena de primavera y con ella la conmemoración de la resurrección de la tierra, del renacimiento de la vida, del reencuentro con la energía de los inicios, las aventuras y las oportunidades. Antes de que la plenitud lunar ilumine la noche en que se celebra una última cena y el cumplimiento de un destino con consecuencias históricas, podremos celebrar día trece de farvardin (el 2 de abril), que en persa recibe el nombre de sizdah be dar, el día de reconciliación en la Naturaleza. Farvardin, primer mes del año persa y de la primavera en el hemisferio norte, deriva de una palabra cuyo significado es “descender” pues según la tradición, es el momento en el que los espíritus de los antepasados bajan del cielo y visitan la casa de sus descendientes para ver si viven felices y agradecidos.

Este año en Violeta Blanca hemos celebrado Noruz, el inicio de año persa, con algunas tradiciones que nos regalaban un entramado simbólico de imágenes y significados universales. El círculo de mujeres «Las lunas de Eva» preparamos la mesa de las siete «s»: sabzé (brotes simbolizando el renacimiento); samanu (pastel simbolizando la celebración); serkeh (vinagre simbolizando paciencia); sib (manzana simbolizando la belleza); sir (ajo simbolizando la salud);
somagh (especia simbolizando el amanecer); y senyed (frutillas simbolizando el amor). Junto a todo ello también brindamos a los cercanos y a los lejanos: luz (velas), fortuna (monedas), dulzura (miel), creatividad (huevos pintados), reflexión (espejo) y felicidad en el fluir de la vida (peces rojos) para los próximos meses, años y vidas.

En esta experiencia hemos encontrado similitudes entre la tradición de los huevos de Pascua y los tojmemorg rang (huevos pintados invocando la fertilidad); los mahí (dos peces rojos para representar la bienaventuranza de una vida que fluye) y los koinobori (banderas/cometas en forma de carpa que se izan en Japón los días especiales de los niños); la manzana como símbolo de belleza persa, al igual que la manzana de París (quien tenía que entregársela a la diosa más bella), y la manzana de Blancanieves (envenenada por la envidia hacia su belleza); y así podríamos seguir explorando y relacionando infinidad de rituales y metáforas que trascienden tiempos y lugares para compartirse en una cultura universal, la del inconsciente colectivo. Curiosamente, en relación con ello, este año había programado dos encuentros sobre metáforas sagradas, en sendas fechas muy significativas para mí, alrededor de la fiesta de la virgen de agosto y del puente de la Inmaculada. Ambos residenciales forman parte del proyecto «Cartografía de lo Sutil» y despliegan aspectos del cuidado del alma, hilo argumental de las propuestas y actividades que más sentido tienen para mí en estos momentos.

Entre el 9 y el 15 de agosto desplegaremos dinámicas y convivencia para redescubrir y reactualizar el sentido que las «Metáforas sagradas. Tránsitos» tienen en nuestros procesos cotidianos y trascendentes, íntimos y colectivos, subjetivos y transpersonales. Estaremos en el Alberg Rural El Negre (Sant Martí d’Ogassa, Girona), contaremos con la ayuda de Natalia Pérez para la organización y el cuidado, y podremos disfrutar de un entorno que inspira, refugia y repara al mismo tiempo.

En otro tiempo y lugar, del 6 al 10 de diciembre en Gredos (Piedralaves, Ávila), retomaremos el boceto de ese mapeo del Misterio, con «Metáforas sagradas. Ciclos». En ambos casos nos apoyaremos en distintos acercamientos a estas imágenes de significado infinito y compartido, desde la antropología y distintas tradiciones espirituales, hasta la poesía y el movimiento, pasando por la filosofía y los cuentos de hadas, sin olvidarnos de los sueños y el arte.

En otro orden de cosas, hemos iniciado el periodo de preinscripción y entrevistas a los interesados en los distintos ciclos formativos para el próximo curso. Además de la segunda promoción de «Muñecos y otras herramientas terapéuticas desde el paradigma sistémico-existencial», iniciamos «Recursos sistémico-existenciales para acompañar en lo cotidiano y lo trascendente», y proseguimos con los laboratorios de los jueves que son espacios de reciclaje para profesionales. También daremos continuidad a los encuentros de «Las lunas de Eva», círculo de mujeres que cumplirá dos años en octubre. Como toda luna que se precie, el grupo de mujeres tiene su cara oculta, que en este caso es un grupo mixto que también cumplirá dos años y que en su constante proceso de reajustes se transformará durante el curso 2023-2024 en un taller participativo sobre «Los cuidados del alma».

Me despido con el deseo de que este domingo, 2 de abril y 13 de farvardin, así como los días que llegan de pascua de primavera, tengamos el impulso y la ilusión de honrar y reconciliarnos con las bendiciones de la Naturaleza, también de recordar que nuestros ancestros agradecen sentirnos agradecidos, descansan en paz viéndonos vivir en paz y son los más dichosos con nuestra dicha.

Abrazo y abrazos…

María Colodrón 
Abril de 2023